7 claves para ser un miembro de un equipo efectivo

He recopilado una serie de recomendaciones que considero básicas y de vital importancia para trabajar en equipo, basado en mi experiencia como desarrollador de software y de equipos eficientes y productivos, después observar que en la educación y el mercado laboral de desarrollo frecuentemente se concentra en habilidades técnicas, que sin dejar de ser importantes, no son suficiente para formar un excelente profesional.

Un buen desarrollador además de cuidar sus habilidades técnicas, debe trabajar en habilidades blandas siendo la base de cualquier profesional que pretenda ser una pieza efectiva e inspirar el cambio positivo en su equipo y organización.

Tener una actitud positiva

Quiero comenzar destacando las ventajas de tener una actitud positiva, ya que parece tan obvio que por poco no se debería mencionar, pero es muy importante, y forma una base para mis otras recomendaciones.

Con la actitud correcta, puedes por un lado transmitir ideas con una buena probabilidad de que tus compañeros las reciban con mente abierta y las consideren valorables, así como proyectarte como alguien confiable, capaz de escuchar, colaborar, recibir feedback y resolver problemas. La buena actitud se contagia y ayudará al equipo a ser más productivo.

Parte de tener una actitud positiva es valorar las opiniones de los demás, incluso y especialmente cuando son diferentes a las tuyas. Ser humilde abre las puertas a romper viejas costumbres y refinar tus conocimientos. He sido testigo de personas muy inteligentes con una capacidad técnica muy avanzada, que comenten el error de cerrarse y desvalorar ideas nuevas sin darles una oportunidad.

Es importante mantener la actitud positiva incluso en momentos difíciles, especialmente en roles de líder, ya que se debe dar el ejemplo y puede hacer una gran diferencia al momento de resolver problemas difíciles.

Compartir tus conocimientos

Un comportamiento que he podido observar en primera instancia en mis tiempos de estudiante universitario, y luego más adelante, por suerte no de primera mano, durante mi experiencia trabajando, es el de ser celoso y protector de conocimientos propios.

He observado como por falta de madurez en general, miedo a perder una percepción de ser indispensable o por envidia, se niegan a colaborar para preparar a sus compañeros para solucionar los problemas como un equipo. Es una muy mala actitud creerse indispensable e intentar forzar esa proyección, cuando por más preparado e inteligente que se pueda llegar a ser, los problemas complejos siempre se trabajan mejor en equipo y si se fomenta una cultura de compartir y de colaboración, esto siempre viene con una buena reciprocidad, pudiendo aprender y entender problemas desde puntos de vista que nunca se pudieran percibir de no existir el intercambio de ideas.

Un caso en particular lo he escuchado directamente de una amiga, que en sus tiempos de junior como analista de QA le pidió ayuda de un personal con experiencia en una herramienta de QA avanzada, y como respuesta recibió un “haz la certificación”. Por suerte ella supo reaccionar de manera profesional y además de haber buscado la solución hizo la certificación y rompió ese ciclo de falta de profesionalismo.

Actualizar tu estado frecuentemente

La efectividad de respuesta a problemas de un equipo no depende solamente de que tan buenos seamos haciendo commits, solucionando bugs, o implementado el mejor código posible.

Debes asegurarte que las demás piezas de tu equipo estén al día sobre tus contribuciones, de esta manera pueden reaccionar de una manera adecuada y eliminar fricciones que podrían resultar en fuertes repercusiones. 

Debes fomentar en tu equipo, una cultura donde se mantenga una frecuente y honesta actualización sobre:

• Progreso: esto permite mantener una idea precisa sobre velocidad y mantenernos predecibles, haciendo fácil comunicar a entidades externas el estado del proyecto en cualquier momento.
• Bloqueos: permite al equipo reaccionar ante imprevistos de manera temprana, adaptarse a éstos y  reducir la necesidad de cambios de alcance para mantener la proyección esperada.
• Descubrimientos: existen situaciones en las que por tu cuenta, te encontrarás con comportamientos, situaciones o flujos inesperados en un proyecto, que no han sido tomados en cuenta por el equipo y que no necesariamente están cubiertas por la planificación ya establecida. Estos casos, de no ser atendidos de pronta manera, podrían caer bajo responsabilidad tuya o de algún compañero en un futuro y aumentar exponencialmente en complejidad. Debes aprovechar o crear espacios en los que puedas comunicar estos descubrimientos para que de ser necesarios, se tomen en consideración dentro de la planificación.

Mantener registros

Al momento de trabajar en equipo, indiferentemente de la experticia, confianza o roles, todos cometemos errores. Debes hacer uso de registros para reducir la probabilidad de caer víctimas de malentendidos u otros problemas.

Si se comunica algo relevante para la planificación, ya sea actualización sobre el detalle de una historia de usuario, cambio de alcance, prioridades o cualquier cambio por más mínimo, asegúrate de que se haga de una manera oficial y que pueda consultarse en el futuro.

Personalmente, en un trabajo en el que estuve por muchos años trabajando con un equipo muy profesional, responsable y capaz, me ha pasado lo suficiente que hemos podido evitar problemas serios de organización o con clientes, teniendo políticas de comunicaciones, como para entender la vital importancia de esta práctica.

Nunca sabes cuando algo que has hablado en detalle hace 2, 3, 6 meses o incluso 1, 2 o más años atrás, pueda ser relevante y vital nuevamente para solucionar un problema actual o futuro.

Ser competitivo de una manera saludable

Dependiendo de tu personalidad, serás más propenso a querer participar, tomar nuevos retos siempre que se presenten, liderar o destacar de una u otra manera en tu organización, no todos los desarrolladores estarán inclinados a estos comportamientos con la misma intensidad. Siempre que no sea forzado y se haga de una forma saludable, crear espacios y tener una cultura que fomente esto es muy positivo.

Si eres del tipo de persona muy apasionado en este ámbito, mantén en cuenta que estas cualidades son muy bien recibidas siempre en cuando sepas cómo manejarlo. Si tienes ideas o propuestas, exprésate de una manera en la que se mantenga abierta la posibilidad a objeciones, alternativas, modificaciones o mejoras. Deja espacio para que tus compañeros participen y también tengan oportunidad de destacar. Mantén la mente abierta a descartar tus ideas, de esa manera puedes incrementar la probabilidad de romper tus propios paradigmas y ver los problemas desde otro punto de vista.

Recuerda acreditar a tus compañeros por sus logros en el equipo y fomentar una cultura de colaboración y retroalimentación positiva.

Escoger tus batallas

Te encontrarás en situaciones en las que conversaras con tu equipo sobre diferentes ángulos de ataque ante un problema, diferencias en convenciones, organización, prioridades o cualquier otro tipo de diferencias que necesiten solución y llegar a una conclusión que sea satisfactoria para todas las partes involucradas. Estas diferencias pueden ser objetivas o subjetivas, y no siempre el acuerdo será tu primera o segunda opción, y eso está bien.

Lo más importante es encontrar un balance entre cuánto debes presionar para que se implemente la solución que tú consideras correcta, y esto dependerá de múltiples factores, ya que el ambiente de trabajo puede variar mucho entre diferentes organizaciones y equipos. Indiferentemente del ambiente de trabajo en el que te encuentres, existen un balance general que puedo recomendar para cómo atacar este problema:

• No debes abandonar tu punto de vista demasiado fácil, sobre todo cuando el tema en discusión es bastante objetivo y directo, ya que esto proyecta falta de confianza y puede resultar en deuda técnica u otros problemas que de igual manera tu equipo deberá afrontar en el futuro. Un amigo y ex compañero de trabajo, muy inteligente y con mucha experiencia como desarrollador y líder, se encontraba comenzando en una nueva empresa y le preocupaba dar una mala impresión a su equipo, le ocurrió en más de una ocasión que cedió su punto de vista de en cuanto a diferentes implementaciones en cara solucionar un problema, cuando lo conversaba con sus compañeros. Más adelante recibió feedback alentando a presionar más cuando está seguro de que su solución es más adecuada, ya que luego el equipo terminaba implementando su solución al encontrarse con que la otra alternativa no era una solución adecuada. Esto le ayudó enormemente a encontrar el balance y saber cómo navegar este tipo de situaciones.
• No debes ser tiránico, incluso en posiciones de liderazgo, ya que no siempre se podrán aplicar las soluciones que tú consideres más indicadas y siempre tiene que haber espacios para compromiso de tu parte.

Tomar responsabilidad

Existen ocasiones en que incluso a pesar de tus mejores esfuerzos, ya sea aplicando estas recomendaciones o no, cometerás un error. En estos casos debes tener presente que es algo natural, de humanos y que siempre la mejor forma de afrontarlo es aceptar el error, tomar responsabilidad de este y formar parte de la solución siempre que sea posible.

Cuando existe una buena cultura de trabajo y colaboración, esto los errores se toman en consideración y se manejan de manera profesional, y siempre que esté dentro de tu poder, debes fomentar este comportamiento.

Tomar responsabilidad va más allá de responder por tus errores. Existen oportunidades en que puedes tomar iniciativa y ayudar a resolver un problema que se ha presentado a un compañero, a tu equipo e incluso a otros equipos. Tomar la iniciativa de colaborar y aportar valor con soluciones a problemas que no han sido causados por tí y es una gran cualidad de un miembro de equipo e indispensable para ser un buen líder.

En conclusión

Ser un buen miembro en un equipo no solo depende de tener buenas habilidades técnicas; las habilidades blandas son igual de importantes e incluso a veces más. Una buena actitud es un excelente punto de partida para colaborar con otras personas y tener un ambiente de trabajo saludable y productivo; hace maravillas para sacar el lado positivo de las personas.

Mantener una buena relación con tu equipo ayuda a ser productivo, y siempre que sea posible, impulsa la buena comunicación y mecanismos para la detección temprana de problemas.»